La miopía es una alteración refractaria del ojo, lo que provoca que el ojo sea incapaz de enfocar correctamente con lo objetos lejanos, provocando una visión poco definida de las formas e incluso provocando borrosidad.
La miopía se trasmite de forma dominante de padres miopes a hijos, no obstante puede afectar a cualquier persona. Por lo que el origen de este trastorno puede ser patológico desencadenado por alguna enfermedad como las cataratas o la diabetes.
Existen dos tipos de miopía, una simple que suele aparecer en la infancia o juventud y tiende a estabilizarse una vez finalizado el proceso de crecimiento. Y la magna, que es mucho más grave y se suele asociar a problemas degenerativos de la retina, humor vítreo o coroides.
Por último, mencionar los síntomas más comunes de la miopía, que se pueden resumir en dificultad para distinguir los objetos por tener una visión borrosa, por cansancio ocular intenso con rojez o dolores de cabeza.
Esperamos que te sean de ayuda estas pautas y puedas detectar a tiempo tu miopía o la de los más pequeños, ya que es más difícil detectarla en la infancia porque los niños no saben lo que es, por lo que no suelen decir nada a los padres.