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La hipertensión es una de las enfermedades más comunes que afecta a la mayoría de la sociedad. Se trata de un aumento de la presión arterial, y es importante que se trate desde un primer momento porque si no puede desembocar en enfermedades mucho más graves. Algunas de las dolencias más relacionadas con tener la tensión alta es el infarto de miocardio o la trombosis cerebral.

Una de las primeras consecuencias de sufrir la hipertensión es el endurecimiento de las arterias. Con el aumento de la presión se hacen más duras, engordan y esto dificulta el paso de la sangre. Es una enfermedad muy difícil de identificar, es decir, si no nos realizamos un chequeo médico es complicado que sepamos que la tenemos. Algunos de los síntomas más comunes son un repetido dolor de cabeza, adormecimiento y en algunos casos de más gravedad dificultad para respirar.

Las causas por las que sufrimos esta dolencia son muy diversas, mucha gente la sufre por herencia genética. El resto de causas vienen derivadas de otras enfermedad como la diabetes o dolencias renales y otras por malos hábitos. Un consumo excesivo de sal, tabaco o alcohol puede desembocar en hipertensión. Llevar una vida sedentaria o tener sobrepeso también nos estará estar en el punto de mira.

El tratamiento para los casos mas graves son medicamentos ya que es una forma de tenerla regulada. Pero como siempre aconsejamos es mejor prevenir, y en este caso salvo que tengamos predisposición genética podemos evitarlo. Consumir menos sal, fumar menos o no beber alcohol nos hará tener una salud de hierro. Y además debemos apostar por tener una rutina donde el deporte y una dieta equilibrada estén presentes.

Si tienes antecedentes familiares o eres hipertenso no olvides tomarte la tensión diariamente para tenerla controlada.

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