Junto al sol, el calor y la playa, en verano la hidratación y la nutrición son esenciales. Poder disfrutar de todos los placeres que nos ofrece éste sin ganar kilos de más es posible con cabeza, equilibrio y conocer las reglas de oro nutricionales. Todo son ventajas si nos hidratamos, ya que regulamos el funcionamiento de las células favoreciendo el transporte de nutrientes, mejorando la lubricación de las articulaciones y ayudando a mantener la temperatura corporal.
Como sabemos, cada individuo tiene unas necesidades específicas de hidratación y nutrición en función de la edad, el sexo, el metabolismo, el nivel de actividad física y las condiciones ambientales. Éstas van cambiando a lo largo de la vida. Por ello es fundamental conocer las distintas etapas fisiológicas (adolescencia, gestación, lactancia…), así como en situaciones patológicas (colesterol, enfermedades óseas, diabetes…).
Durante el verano la alimentación se vuelve más exigente. Es recomendable una alimentación acorde. El consumo de frutas y verduras favorece la ingesta total de líquidos. Además se recomienda consumir refrescos, lácteos, infusiones, etc. Lo ideal es consumir frutas jugosas como sandía, melón, naranja o uvas. La fruta en verano es el mejor postre.
En conclusión es recomendable:
Sigue estos consejos para una nutrición saludable y equilibrada en verano. ¡A disfrutar de las vacaciones!