¿Conoces qué es el astigmatismo y sus síntomas?

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Gran parte de la sociedad tiene problemas de visión, y hay una pequeña parte que ni siquiera lo sabe. Por eso, como os hemos dicho otras veces es importante acudir anualmente a revisión. El astigmatismo es un problema que sufre el  26% de la población, es decir, el tercer problema de visión más común después de la miopía y la conocida como ‘vista cansada’. A continuación os explicamos qué es y cuales son sus síntomas.

El astigmatismo es un defecto ocular causado por la curvatura irregular de la superficie frontal del ojo. Este ‘fallo’ hace que no tengamos un enfoque claro de los objetos. Para que esto no ocurriera la superficie ocular debería ser simétrica y regular en sus curvaturas. Como hemos dicho, este es un problema muy común y tiene diferentes grados. En la mayoría de las ocasiones va asociado a otros defectos de refracción.

Los primeros síntomas, en muchos casos, en un primer momento son difíciles de detectar pero con el tiempo se acaban notando. El astigmatismo se manifiesta principalmente con fatiga oculardolor de cabeza cuando pasamos largos ratos leyendo o delante de un ordenador y también en un incremento de los deslumbramientos y de los halos de luz por ejemplo de coches y semáforos.

Si sentimos alguno de estos tres síntomas lo primero que deberíamos hacer es acudir a un profesional, este nos practicará las pruebas pertinentes. La que se suele realizar para saber si se sufre astigmatismo es la conocida como prueba de la esfera.  Al paciente se le coloca una imagen donde se representan una serie de lineas dispuestas como si formaran la esfera de un reloj, si ve alguna de estas líneas borrosas o poco nítidas se confirmará que sufre este problema de visión.

Aunque sea un defecto incómodo por la visión poco nítida se puede arreglar con gafas, lentes de contacto o cirugía. Si optamos por la primera opción necesitaremos unos cristales cilíndricos que nos ayudaran a corregir la vista. Las lentillas son una buena opción también, sobre todo porque existen unas llamadas tóricas que sirven expresamente para corregir la curvatura del ojo. Y por último, si quieres olvidarte de este problema para siempre puedes operarte mediante cirugía refractiva.

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